Independientemente de las posturas personales y el debate moral sobre el dopaje, es indiscutible que a nivel institucional este tema siempre ha sido una conducta no ética, prohibida y perseguida. Recientemente se ha descubierto un sistema de dopaje sistemático en los atletas rusos, sacado a la luz por Hajo Seppelt, personaje que ha ganado fama por sus reportajes de investigación sobre dopaje. Este hombre ha logrado grabar en modo secreto, entrevistas en las que queda evidenciado el sistema de dopaje amparado por el estado ruso y todo el complejo sistema de encubrimiento que este ha creado. Hasta el punto en que un científico ruso le presta un miligramo como muestra de una nueva sustancia no detectable en los controles actuales. Parece ser que la preparación para los Juegos de Río 2016 va sobre ruedas, como lo fue para los de Sochi.
El caso es que no hace falta ir tan lejos cuando en España somos todos unos expertos en esta materia. Ver por ejemplo la época en que Lance Armstrong residió en la localidad de Girona, ver caso de la atleta Marta Domínguez, ver operación puerto, ver operación cursa, etc. Tenemos para todos los gustos, desde atletas profesionales hasta "atletas de domingo". Para nada un país ejemplar en este tema precisamente (como en tantos otros).
España, país conocido por su grandeza en cuanto a corrupción política, también da la nota en este sentido, para verlo bien claro la última muestra que tenemos es la siguiente notícia:
Un juez prohíbe a la federación internacional el uso del pasaporte biológico de la atleta como prueba en su presunto caso de dopaje.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCL) ha ordenado a la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, en sus siglas en inglés) que “se abstenga temporalmente de utilizar los datos obtenidos en los análisis de sangre realizados” a Marta Domínguez, atleta palentina y senadora por el PP. Esos datos, concentrados en el pasaporte biológico de la fondista, son los que esgrime la IAAF ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) para pedir que se sancione durante cuatro años a la fondista por dopaje. Ahora, el TSJCL ampara “temporalmente” y hasta que tenga tiempo de estudiar la cuestión a Domínguez, que invocó la ley de protección de datos y acudió a los juzgados para denunciar a la IAAF y a la Federación española (RFEA) por vulnerar su privacidad al hacerse públicos, sin su autorización, los datos hematológicos de su pasaporte biológico.
http://deportes.elpais.com/deportes/2014/09/01/actualidad/1409566924_965107.html
Que buen ejemplo de transparencia y lucha contra el dopaje. Que bien protegida estás Martita.
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