viernes, 18 de julio de 2014

Los principios del entrenamiento

La importancia que tienen los principios del entrenamiento a la hora de sentarnos y planificar cómo conseguir llegar al objetivo deseado es fundamental. Muy pocas veces se habla de ellos a menos que nos dediquemos al deporte de cierto nivel, y la verdad es que dentro del mundo del deportista aficionado o amateur tendría que ser uno de los temas principales a tratar pues estos principios forman parte de las bases para conseguir nuestro objetivo.

Los principios básicos del entrenamiento surgen a partir de la observación de la adaptación fisiológica al ejercicio. Es decir, un cuerpo, a base de entrenar experimenta unos cambios, estos cambios implican una adaptación al entrenamiento que está llevando a cabo, por ejemplo el cuerpo a medida que va acumulando entrenamientos gana en eficacia y en capacidad, cada vez seremos capaces de realizar más con menos recursos. Cuando uno empieza a nadar y nunca lo ha hecho antes, malgasta mucha energía en cada brazada, pero cuando va acumulando metros nadados y entrenamientos hechos cada vez su técnica gana en eficacia y a la vez es capaz de hacer más metros con menor desgaste (a eso se le llama adaptación fisiológica, a la adaptación por parte de nuestro corazón y pulmones que ganan capacidad y eficiencia de trabajo). Podemos poner un ejemplo similar pero en fuerza, un levantador de press banca  si miramos la evolución desde su primer levantamiento hasta que lleva 40 sesiones de entrenamiento habrá una diferencia abismal, habrá ganado fuerza y en un mismo movimiento será capaz de levantar más kgs utilizando menos recursos energéticos.

Los principios del entrenamiento son varios, hay quien nombra más y quien nombra menos, desde mi punto personal expongo los que considero más básicos:


  • Principio de individualidad. Cada persona está creada con unas capacidades distintas. La herencia juega un papel vital en esta parte. No hay dos personas con las mismas características menos en el caso de los mellizos. Es por eso que es difícil que dos personas distintas respondan de una misma manera a un mismo plan de entrenamiento. Es muy importante conocer nuestro cuerpo y nuestras capacidades antes de iniciar un programa de entrenamiento para así diseñar el programa que más beneficios nos aporte. Los distintos tipos de metabolismo, el funcionamiento del sistema nervioso, entre otros muchos factores, son variables personales y es en conocimiento de todos ellos sobre lo que se tiene que basar la programación de períodos y volúmenes.

  • Principio de especificidad. Tal como su nombre dice, se trata de ser específicos con el objetivo para el cual se entrena. Un ciclista de fondo tiene que basar su gran mayor parte del entrenamiento en pasar horas y más horas encima de la bicicleta pedaleando. No tiene mucho sentido que si su objetivo es una carrera de larga distancia se pase mucho tiempo en el gimnasio haciendo ejercicios de potencia. Se trata de adaptar todo nuestro sistema y órganos al esfuerzo y condiciones específicas de nuestro objetivo para optimizar todo su funcionamiento y así convertirlo lo más eficiente posible.

  • Principio de sobrecarga progresiva. Un punto muy importante y poco usado en los programas más a nivel "aficionado". Se trata de usar el estímulo suficiente como para sobrecargar el músculo más de lo que está acostumbrado a cargarse en su día a día. Sin este estímulo extra no se progresa. Al mismo tiempo esta sobrecarga debe ser usada de manera progresiva a lo largo de los entrenamientos para asegurar el éxito. De hacer una sobrecarga excesiva puede derivarse el sobreentrenamiento, las lesiones y que ello te impida seguir con el programa inicial.

  • Principio de días duros/fáciles o principio de supercompensación. Muy lligado al principio de la sobrecarga va el principio de la supercompensación el cual explica que un programa de entrenamiento debe de contar con la compensación de los entrenamientos por medio del descanso o entrenamiento de baja intensidad en el que el atleta asimila el trabajo realizado anteriormente. Es tan importante el trabajo de calidad como la asimilación del mismo, de nada sirve ir cada entrenamiento al 100% si no se compensa esas cargas con la asimilación de las mismas.

  • Principio de periodización. Muy relacionado con el principio anterior, se trata de periodizar la intensidad y el volumen. No siempre podemos entrenar con la misma intensidad ni con el mismo volumen. Si siempre entrenamos a baja intensidad no progresaremos, pero si entrenamos siempre a alta intensidad saturaremos rápido el cuerpo. Son dos variables con las que hay que "jugar" para encontrar la combinación perfecta que más se adapta a nuestras necesidades y capacidades.

Sería un detalle que las personas a las que se acude, por norma general, cuando la gente se apunta a un gimnasio y quiere un programa, sean conscientes de todos estos principios, los cuales están más que demostrados ser pilares básicos del entrenamiento (les avala 50 años de presencia en la teoría del rendimiento). Es muy fácil repartir a diestro y siniestro programas prediseñados, eso lo sabe hacer cualquiera, la gracia está en mejorar el rendimiento de cada una de esas personas y ello sólo se consigue prestando mucha atención al sujeto en cuestión.